Una maleta mal hecha puede arruinarte parte del viaje: desde exceso de peso en el aeropuerto hasta olvidar lo más básico (como el cargador del móvil). Preparar tu maleta con antelación y de forma ordenada no solo ahorra tiempo, sino que te da tranquilidad y mejora la experiencia desde el minuto uno.
Antes de meter nada en la maleta, hazte estas preguntas:
Esto te ayudará a planificar y no llevar ni más ni menos de lo necesario.
No es lo mismo una escapada de fin de semana que unas vacaciones largas. Apuesta por maletas ligeras, con ruedas resistentes y divisiones interiores.
Los organizadores de maleta son claves para mantener todo en su sitio. Te permiten clasificar la ropa por tipo o por persona, aprovechar mejor el espacio y evitar que todo acabe revuelto. Si aún no los usas, ¡es hora de probarlos!
Haz conjuntos combinables, lleva básicos y evita el “por si acaso”. Un buen truco: aplica la regla 5-4-3-2-1 para viajes cortos (5 partes de arriba, 4 de abajo, 3 pares de zapatos, 2 trajes de baño, 1 chaqueta). Ahorras espacio y tiempo cada mañana.
Enrollar la ropa no solo ahorra espacio, también evita arrugas. Y si usas bolsas de compresión, todavía mejor.
Pequeños gadgets, medicamentos, una muda extra, cargadores o documentación. Usa un portadocumentos de viaje para tenerlo todo a mano y evitar pérdidas.
Sabemos que no todo el mundo disfruta el momento “preparar maleta”, pero con estos trucos, seguro que te será más fácil. ¿Tú cómo lo haces? ¿Eres del team lista o improvisas hasta el último minuto?
Empieza tu viaje con el pie derecho y disfruta de la tranquilidad de tenerlo todo bajo control.